Ésteres de carotenoides: ¿una pieza clave en la coloración de los ornamentos?

Las coloraciones basadas en carotenoides constituyen un paradigma entre las señales de calidad individual en los animales. A pesar del gran interés en las últimas dos décadas por los las coloraciones basadas en carotenoides, existen muchos aspectos del metabolismo, transformación y deposición de estos pigmentos en los tejidos que han sido prácticamente ignorados. Uno de ellos es el hecho de que, al contrario de lo que ocurre en tejidos metabólicamente inactivos como las plumas, cuando los carotenoides se depositan en tejidos vivos -piel, escamas, picos- no lo hacen en su forma libre, sino esterificada (es decir, unidos a ácidos grasos). Sin embargo, la inmensa mayoría de los estudios que cuantifican la concentración de estos pigmentos en tejidos vivos llevan a cabo un proceso de extracción mediante saponificación que elimina dichos ésteres y no permite distinguir las formas libres y esterificadas de cada carotenoide. En un reciente estudio publicado en la revista Physiological and Biochemical Zoology analizamos las cantidades relativas de los distintos carotenoides presentes en los ornamentos la perdiz roja (Alectoris rufa), así como la proporción de formas libres y esterificadas. En general, las formas esterificadas constituyen más del 80% del total de carotenoides presentes en pico, anillo periocular y pata, y en algunos casos la concentración de estos ésteres es mejor predictor de la intensidad de la coloración roja que la de los carotenoides libres o totales. La función de la esterificación de los carotenoides está poco clara, pero es posible que contribuya a dar estabilidad a estos pigmentos, o bien que ayude a la rápida movilización de los mismos, algo que encajaría con el dinamismo del color de este tipo de caracteres.

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